La pieza es un solo interpretado en plena cuarentena en su propia casa por su protagonista que está embarazada, y se convierte en un recorrido en el que emergen memorias, ideas, perspectivas del momento que estamos viviendo y del futuro impredecible, en una especie de ritual dancístico de gran potencia emocional, que celebra la vida, el cuerpo y la danza, con fuertes ingredientes culturales africanos y afrobrasileños. 32 minutos.
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